Curioso como un texto escrito durante la Guerra Civil sigue teniendo vigencia en nuestros días. Esta mañana observando el vagón del metro pienso en algo parecido a lo que empiezo a leer. Certero y sensible desde la Tierruca:
"El departamento del tren me parece un pequeño mundo en el que no cabe la gente. Y es, en verdad, una miniatura cuadrada del mundo. Aquí
veo yo las diferentes manifestaciones del egoísmo, la paciencia, los
deseos de comodidad, el cansancio, la incultura, la humildad, la
educación. Un departamento del tren, cuando ya no cabe en él más gente, es una síntesis del destino de los hombres en el mundo. Unos van de pie, transidos; otros sentados.
El mundo, en aquel
joven arrellanado en la orilla, que mira con hostilidad al compañero de
viaje suplicando un poco de sitio para descansar; en aquella mujer que
cierra la portezuela violentamente, para que no entren más; en aquél que
dice malas palabras porque le apretujan; en el que soporta
resignadamente el cansancio, de pie, tambaleándose en las revueltas; en
aquél otro indiferente, imperturbable, que sigue leyendo un libro tonto.
El mundo, el mundo,
aquí, sobre unas ruedas en perpetuo enojo, desenredando su furia
esclava. Gente de pie, gente sentada. Comodidades que no se compadecen.
Cansancios que miran con envidia, con ira silenciosa o con resignación.
Los que van sentados, se miran contentos. Parecen buenos amigos,
felices, que van a gastar dinero, a ver al amante, a visitar tierras
propias en comienzos de germinación…
Los que van de pie
parecen más amables entre sí, quizá por eso de que el sufrimiento
hermana consuelos, de que la analogía de tristezas compenetra almas.
Pero cuando se marcha uno de los que van sentados, se rompe esa
reciprocidad de buenas miradas. Todos desean ese sitio de alivio que
queda vacío. Todos hacen ademán de ir hacia él. Y el que consigue
sentarse, a los pocos instantes ya es como uno de los que van bien. Ya
no es como cuando iba de pie, cansado, soportando
fatiga quieta, que es la peor fatiga. Ya es amigo de los que van como
él… Es como si nunca hubiera ido con los que van de pie…"
“Dolor de tierra verde”. Manuel Llano. 1936.